La humanidad siempre ha buscado diversas formas para expresar su sentir y sus emociones, a través del arte, el cine, los deportes, el teatro y otras innumerables acciones, entre ellas la pintura, el grabado y el dibujo. Erotismo de viñeta
A partir de la creación de la fotografía, es que el hombre comenzó a detallar otro tipo de realidad por medio de la pintura y el dibujo, dando entrada a un mundo completamente diferente del real, el mundo interior, un mundo lleno de emociones, placeres y deseos.
No obstante, no hay que olvidar que este tipo de expresiones ya existían anterior a la fotografía, pero no se habían expresado tan abiertamente, sino hasta después de su aparición.
Es así como, después de revistas, fanzines e ilustraciones que mencionaban el acontecer político y social, mostrando solamente hechos reales de una sociedad, paulatinamente las caricaturas y cartones políticos, comenzaron a cambiar su rumbo, dirigiéndose a historias de fantasía, abarcando diversas temáticas.
La tira cómica, un medio de expresión diferente
De esta forma es que lentamente se modifica el rumbo y temática tanto de la tira cómica, los cartones y el cómic, volviéndose un medio de expresión diferente. Es así que destacan en el mundo tres formatos de este medio, el cómic americano, la franco-belga y la japonesa.
La nueva forma de expresión en EU se convirtió en la primera en generar una verdadera industria, ya que lideró su producción a nivel mundial a lo largo de la primera mitad del siglo XX, gracias a títulos como Flash Gordon, Krazy Kat, Li’l Abner, o Popeye.
Erotismo de viñeta: primeras historietas para adultos
Sin embargo, uno de los motores del mundo, el sexo no tardaría en aparecer en esta nueva forma de expresión. Es así que en 1920 aparecieron, lo que muchos consideran, son las primeras historietas porno propiamente dichas (considerando en esta área lo erótico como desnudos y pornografía como el coito visible), los “Dirty Comics”, conocidos también como “Biblias de Tijuana”.
Se trataba de publicaciones anónimas, en las cuales se dibujaba a personajes populares, como actores de cine o de dibujos animados. Un ejemplo es Popeye, el cual en ocasiones fue dibujado teniendo relaciones sexuales con Oliva, o Blancanieves teniendo sexo con los 7 enanitos al mismo tiempo.
Posteriormente, aparecería la primera “heroína” erótica Betty Boop, la cual su primera tira cómica se distribuyó por King Features Syndicate, el 23 de Julio de 1934, aunque su primera aparición fue en el corto animado de Max Fleischer Dizzy Dishes del 9 de agosto de 1930.
La revolución sexual
Ya en los años 60, hace su aparición la revolución sexual conocida como “the Sexties”, donde se logra superar el moralismo imperante de la década anterior y entra de lleno el feminismo, por lo que la apertura de la sociedad permite libros hasta entonces prohibidos como “Lolita”, además de autorizarse la pastilla anticonceptiva Evonid.
Aprovechando la desinhibición del momento, Hugh Hefner vio un campo de redituable y crea la revista Playboy en 1953, mientras que en 1965 fue rediseñada The Cosmopolitan, la primera revista femenina en hablar abiertamente de sexualidad.
A raíz de estos cambios en la sociedad, surgieron en la historieta heroínas independientes, sexualmente activas, que no se dejaban dominar por los hombres.
Comic underground
Es así que esta nueva libertad sexual se comenzó a reflejar principalmente en los comic underground. El principal referente de esta época es Robert Crumb, quién se hizo conocido con Fritz the Cat en 1959. Crumb abordaba abiertamente en sus historias el sexo y la crítica política, lo cual resultó enormemente transgresivo para la época, teniendo en cuenta que el cómic en EU había estado tradicionalmente orientado hacia el público juvenil.
Cabe mencionar que dadas sus características, el comic under no cumplía con el Comic Code (conjunto de normas establecidas por la Asociación de Revistas de Comics Norteamericanas), lo que impidió que fueran distribuidos por los medios tradicionales de las demás historietas, por lo que dependían de eventos especiales y otros canales para comercializarse.
Además de EU, otro país que comenzó a desarrollar este tipo de contenidos fue Francia, nación donde el editor Eric Losfeld divulgó mucho material con mujeres sexualmente activas.
Un ejemplo de ello es Barbarella (Jean Claude Forest – 1962, Francia), o Jodelle (Les Aventures de Jodelle 1966), de Pierre Bartier y Guy Peellaert, donde la fascinación provenía del carácter luchador, y las fantasías libertinas.
Heroínas fantaeróticas
Con una nueva oleada de personajes femeninos inundando los cómics, podría considerarse a Barbarella como la precursora de todo lo que fueron las heroínas fantaeróticas (cuyas dos vertientes principales eran la ciencia ficción o la fantasía).
Si bien el cómic hasta el momento, no mostraba alguna novedad en cuanto al aspecto estético, si lo hizo al momento de plantear una heroína de carácter fuerte y una personalidad muy marcada, desparramando erotismo por el espacio y luchando contra villanos siderales.
Otra heroína fantaerótica reconocida dentro del género de terror fue Vampirella, una mujer vampiro proveniente del planeta Drakulon, que combatía a los vampiros terrestres mientras resistía la tentación de morder a sus amigos para succionarles la sangre.
Caricaturas fantásticas y realistas
De esta manera, comenzó a popularizarse el nuevo género de la historieta llegando hasta Italia, donde durante los años 70 aparecieron dos géneros de caricaturas: la fantástica de Leone Frollo y Roberto Raviola, que giraban en torno a la tensión sexual y obsesión amorosa, y la realista con Paolo Eleuteri Serpieri autor de Morbus Gravis (1985), y Milo Manara creador de Click.
En su primer número se trataba de una atractiva y desapasionada mujer, casada con un viejo millonario. Un día la mujer es secuestrada por un científico que le introduce quirúrgicamente un dispositivo a control remoto que al activarlo, la vuelve sexualmente insaciable.
Cómic americano, el canon de la mujer y el erotismo
En cuanto al cómic americano, el canon de la mujer y el erotismo de esta comienzan a cambiar en la década de los 80, dejando de mostrar a una mujer despreocupada, por personajes más sólidos, con preocupaciones y obligaciones.
Esto lo vemos en el rediseño de Mary Jane (novia/esposa de Spider-Man), donde se produce una transición, de la Mary Jane despreocupada en los autores anteriores, a una Mary Jane con responsabilidades; una carrera como actriz prometedora, una imagen pública que cuidar, un matrimonio difícil y su constante intranquilidad por la faceta de superhéroe de su marido.
Asimismo, el diseño de los personajes cambió también, con la intención de salvar a la industria de la quiebra, al tratar de atraer al público más joven al consumo de sus historias, por lo que se modificaron las formas de la mujer, y se acentuó su sensualidad, sus curvas y sus senos.
Un ejemplo es el caso de Red Monika, creada por el dibujante brasileño Joe Madureira, después de que en la segunda mitad de la década de los 90 se produjera la crisis del mundo del cómic, cuando Marvel quebró, Image se desintegró y DC fue adquirida por Time Warner.
Red Monika (1998 – 2001) se convirtió en la Jessica Rabbit de la viñeta, gracias a su atractivo no solo físico, sino de su personalidad. Es una Femme Fatale, cazarrecompensas, pícara, ladrona y una temible guerrera.
Japón, cuna de los primeros cómics eróticos
Sin embargo no debemos olvidar a Japón, el país del sol naciente donde nacieron los primeros cómics eróticos. Aunque además de la masividad de la industria del propio manga (comic japonés), el origen de ciertas características de este se debe a una curiosa mezcla de legislación y cultura, la cual prohíbe escenas con órganos sexuales visibles o el coito.
La curiosa legislación fue lo que originó ciertas tendencias en el hentai (nombre que recibe el género del manga y el anime «H»), como la obsesión por los tentáculos, ya que los dibujantes no podían legalmente ilustrar un miembro masculino, por lo que inventaron el tentáculo.
Asimismo, una de las características que destacan al manga, es que está dirigido a varios públicos, teniendo cada publicación bien definido su nicho de trabajo, por lo que no es raro que exista una parte dedicada al entretenimiento, no sólo para adultos, el cual está lleno de sensualidad y erotismo, sin llegar al acto sexual en sí mismo.
Es así que podemos encontrar algunos géneros como la atractiva fantasía heroica Ecchi (pronunciación de la «H» de Hentai en inglés, eich) las pícaras comedias Harem, donde un chico siempre está rodeado por muchas chicas, o el Yuri («Manga de historia de amor entre chicas»), y el Yaoi («Manga de historia de amor entre chicos»).
El Ecchi como elemento temático también está ligado a las leyes de obscenidad en Japón. Durante el período después de la Segunda Guerra Mundial, las representaciones de los genitales adultos se descartaron como obscenas y fueron censuradas.
De esta manera, la censura de los genitales desplazado el foco sexual fuera del sexo en sí, dando lugar a la evolución de la sexualidad dentro de los límites de la censura.
Ranma ½ es un anime clásico con elementos ecchi fuertes. Aquí el Ecchi se convierte en algo común en la historia de cambios de género de Rumiko Takahashi sobre Ranma Saotome, un chico entrenado en artes marciales que se convierte en chica cuando se moja con agua fría y regresa a su forma original con agua caliente.
Tal vez debido a su naturaleza de flexión de género, Ranma ½ revela cómo juega el Ecchi sobre los deseos humanos, al mostrarnos como Ranma usa su forma femenina a su favor para lograr sus metas.
El Ecchi puede incluir un erotismo suave o elevado (hay Ecchi para adolescentes llamado Shōnen. y para adultos conocido como Seinen); además a veces pueden tener algunos elementos de la historia o la trama que se pueden considerar “controversiales”; pero nunca se llega mostrar algo que lo convierta en Hentai, solamente se “sugiere”.
Siempre cargados de una dosis alta de humor. De igual forma pueden tener una historia sumamente humana, profunda, dramática, bien pensada y desarrollada.
Este tipo de materiales siempre creará polémica, y en algunos casos es cierto que se eleva el nivel de erotismo de una obra solo con el afán de alzar las ventas.
Pero también es cierto que los artistas pueden volcar en sus trabajos tanto sus fantasías más erógenas, como sus perversiones más oscuras.
En muchos casos también cumple una de las funciones del arte, que es explorar lo que es capaz de producir la mente humana, allá en su subconsciente, (donde el deseo sexual juega un papel importante), y que los artistas son capaces de volcar en infinidad de formas sobre los diversos soportes y medios, uno de ellos la historieta.