10 horas, 20 contenedores con oro, plata y zinc, el robo más lento de la historia moderna se llevó cabo en Manzanillo, México, a tan sólo unos meses de que inicien las posadas, de seguro se están preparando para romper la piñata más grande de la historia y se tomaron muy a pecho eso de que no quiero oro y no quiero plata.
Se nos informa que hace muchas horas, quizá días que se llevó a cabo el robo más grande y más lento de la historia de los robos, y fue lento no por la planeación, que seguramente sí la hubo, sino por el tamaño de las cosas que se robaron o a las que les adjudicaron un dueño no conocido por el anterior. Dicen en las redes que se robaron 20 contenedores cargados de oro, plata y zinc, y lo que nos preocupa a todos es saber si lo hicieron para ponerlos en una piñata o para hacer aretes y filigrana, aunque el zinc pueda ser usado para otras cosas.
Como en Mileño nos gustan las piñatas, y no sólo por el hecho de agarrar un palo para pegarle a algo con singular alegría y cantos, esta noticia que lentamente llegó a nosotros nos sorprendió sobremanera por la habilidad que debieron tener los ladrones para poder llevarse 20 contenedores llenos de metales preciosos y poder esconderlos con tranquilidad, de seguro debajo de una cobija muy grande, tanto como la tejida por Tita, la de como agua para chocolate.
Por lo que podemos calcular, los ladrones sabían perfectamente lo que hacían porque lograron escoger entre todos los contenedores que llegan al puerto de Manzanillo aquellos que estaban cargados de oro y plata y no los que estaban llenos de atún y uno que otro delfín.
Es de admirar que en tan sólo 30 minutos por contenedor unos cuantos sujetos con armas y hasta con una grua se pudieran llevar un cargamento tan voluminoso sin ser molestados durante alguna de las 10 horas que duró la operación, ya quisiera yo 10 horas para poder dormir sin interrupciones.
Aunque también es admirable que se diga que las autoridades están reaccionando muy rápido y están abriendo las pertinentes carpetas de investigación, que si se trata de perezosos, podemos entender claramente que en efecto están reaccionando muy rápido, quizá en algunos años sea posible saber qué pasó con el oro, con la plata y con todos los dulces que deberían estar en una piñata.
Ha sido una gran semana de rápidas sorpresas, primero nos enteramos de que una ñora habla con los aliens y que a Maussan lo dejaron fuera de la conversación y en medio de esa conmoción vemos que unos amigos de lo ajeno se logran llevar un enorme cargamento de oro y plata, quizá no para una piñata, pero sí se los llevaron.
Sólo esperemos que los diseñadores de una piñlata capáz de cargar tanto no se decidan por llenarla de colación, la verdad es que esos dulces no nos gustan tanto a los miembros de la familia Mileño.